Una de las ventajas del marketing automático es que nuestra campaña está viva, desde que trazamos los primeros esbozos hasta que nos damos por satisfechos y pulsamos el botón que detiene las acciones. Y es que, a diferencia de los métodos tradicionales con los que debemos mantener la apuesta inicial hasta las últimas consecuencias, el marketing online nos permite adaptar y moldear nuestras acciones en función del retorno que recibamos en cada momento.
Así pues, las opiniones y los resultados que monitorizamos en tiempo real nos pueden resultar muy útiles para ajustar nuestras acciones a lo que el público mejor recibe. Dicho de otro modo, nos sirve para dar a nuestros lead customers lo que la experiencia nos demuestra que buscan.
Entre las herramientas que mejor nos pueden ayudar a ello destacan los llamados test A/B. El principio de funcionamiento de esta táctica es muy simple: en los textos o páginas que preparemos como reclamo, probar distintas variantes de un mismo elemento y comprobar cuál de los dos obtiene mejores resultados. Eso es, disponer dos botones de colores, formas y textos de reclamo distintos pero con la misma finalidad para luego ver qué opciones obtienen un mayor porcentaje de éxito.
Es cierto que poco podremos deducir del estudio de casos aislados, aunque si repetimos este test en diferentes ocasiones con los visitantes a nuestra página web, cada día estaremos más cerca de la página de aterrizaje perfecta y conseguir así nuestros objetivos. Un camino para ir sumando pasitos con los que podamos tejer nuestra calzada hasta el éxito.