Dark social. Dos palabras de sobras conocidas que cuando las pones juntas quizás hagan que te pongas a temblar. Y más si las aplicas a tu empresa y a los contenidos online con los que quieres promocionarla. Pero, no te apresures, quizás no toda la oscuridad sea tan mala como aparente…
En realidad, eso a lo que llamamos ‘dark social’ no es más que todo el tráfico de visitas de una web que no se sabe con certeza de donde proceden y que en nuestro cómputo global aparecen entremezcladas en algo tan ambiguo como es el tráfico directo. Pero nada más lejos. En realidad, en vez de venir de una URL deletreada con paciencia por usuarios anónimos, estamos frente a visitantes que han llegado hasta nosotros redireccionados por links que han recibido vía e-mail, mensajes de texto u otros medios.
Llegados a este punto, la reflexión es clara: si tenemos un alto porcentaje de visitas de este origen, esto significa que tenemos un buen número de prescriptores dispersos por el mundo. Y aún hay algo más, si estos clientes que nos recomiendan ya aportan buenos resultados actuando a sus anchas, ¿qué podrían hacer si ya de entrada les proporcionaras contenidos orientados y pensados para ser compartidos?
El primer obstáculo para llegar ello es identificar la procedencia de este flujo. Para ello puedes empezar añadiendo botones para compartir tus enlaces en las redes sociales, ya sea en los artículos en tu sitio web o desde tus propios perfiles. Esto te va a permitir monitorizar aquellos contenidos que tengan más difusión e ir puliendo tus esfuerzos… y lo que es más importante: no sucumbir ni abrumarte ante el poder del lado oscuro. ¡Que las ventas te acompañen!