Hoy te voy a hablar del storytelling aplicado al Marketing Automation. Es un hecho que, en los últimos años, mientras el «Big Data» y la inherente necesidad de crear contenidos a mansalva acaparaban todo el protagonismo, ha sido el storytelling quien ha supuesto una verdadera revolución silenciosa.
Al contrario de lo que se piensa, es posible incluir con éxito elementos narrativos a nuestros posts sin tirar a la basura el enfoque comercial del texto: son las experiencias personales y otras historias emocionantes las que nos permiten transmitir un mensaje de una forma mucho más contundente que las cifras.
Disfrutamos de las historias aún si los supuestos hechos relatados son pocos y malos. Los hechos en sí mismos rara vez son reales, en la mayoría de los casos son solo opiniones.
Cuando hablamos de storytelling aplicado a la automatización de marketing se trata de explicar cosas complejas a la gente normal y hacer que las recuerden sin distorsionar demasiado la realidad. No se trata de escribir ficción, sino de utilizar medios que funcionan bien en la ficción. ¿Qué recursos puedes utilizar en tus publicaciones de empresa? Hay algunos que siempre funcionan, así que permíteme explicártelos brevemente.
Resume una historia
Una de las maneras más fáciles de añadir storytelling a tus artículos es resumir un evento real; es una forma sencilla de empezar: un resumen de lo que ha pasado hasta ahora.
A todos les encantan las historias, especialmente cuando son ciertas: lo mejor es cuando no tenemos que inventar nada, solo observar y describir lo que la realidad nos ofrece. Cuando se trata de un tema aburrido y excesivamente técnico es necesario humanizarlo e inventar protagonistas que desempeñen los roles principales. Solo necesitas contar historias reales y agregar tu propia valoración de quién lo hizo mal y quién no.
No intentes sonar objetivo ni desapegado. No estés por encima del bien y del mal. Expresa tu propio punto de vista y no lo escondas. Perfila al héroe y al villano y asegúrate de establecer una clara diferencia entre ambos. Mójate, toma partido.
Experiencia personal
Por lo general, a la gente le gusta escuchar historias de personas comunes que luchan contra viento y marea para sobrevivir y prosperar. Solo piensa en tu película favorita de Hollywood.
Tú mismo seguro que no eres Superman, pero estoy convencido de que has pasado por todo tipo de experiencias. No solo has logrado mantenerte con vida, sino que has hecho muchas cosas por el camino. Otras personas pueden aprender de cómo has llegado hasta aquí. Aunque seas introvertido, eso no significa que no puedas ser el héroe de una historia.
Puede funcionar incluso una historia bastante sencilla donde cuentes cómo intentaste conseguir algo sin lograrlo a la primera; después volviste a intentarlo una y otra vez hasta que tuviste éxito. Tu ejemplo resultará de interés para todos aquellos que ni siquiera han comenzado el camino o están en medio de él. Todas esas personas se preguntarán qué viene después. Sé su guía. Diles cómo te caíste y cómo te volviste a levantar.
El antes y el después
Se usa mucho en publicidad yuxtaponer dos imágenes para hablar de los beneficios del uso del producto. El ‘Antes y Después’ es un clásico: esos anuncios de productos de adelgazamiento de la teletienda en los que aparece la misma persona sacando barriga con cara de asco y en la otra imagen escondiéndola con cara de inmensa felicidad.
Pero si se usa de forma creativa pueden obtenerse resultados muy interesantes. “La diferencia entre el antes y el después equivale al valor del producto” (Publicidad Creativa, Mario Pricken).
Estos son solo algunos de los recursos narrativos del storytelling. Faltarían los ingredientes de la automatización para obtener la receta perfecta: los recursos técnicos.
No podemos desaprovechar una buena historia enviándola de un tirón en un solo correo.
Porque nadie se la va a leer. Garantizado.
El secreto del storytelling aplicado a la automatización es el de dividir nuestra historia en pequeñas «píldoras» que iremos suministrando de forma astuta a nuestros clientes potenciales a fin de llevarles al final del embudo de venta.
El objetivo del storytelling no es solo ser memorables, sino el de acompañar al lector formándole e informándole sobre los beneficios de nuestros productos o servicios desde la fase inicial de curiosidad hasta la fase final de compra informada.
Esto solo es factible si contamos con un sistema de automatización de marketing que permita programar los envíos y adaptarlos a cada cliente potencial en función de su interacción con nuestros contenidos. ¿Recuerdas esos libros de final múltiple en los que llegabas a un punto donde debías tomar una decisión: abrir la puerta blanca y seguir en la página 238 o la puerta negra y saltar a la página 432? Pues exactamente lo mismo.
Así que, si tienes algo que contar y algo que vender, nosotros tenemos lo que te hace falta para que lo hagas realidad.
Y no es cuento.
El negocio va bien, muy bien, viento en popa.
Aumentamos en número de clientes, facturación y el Churn Rate (la tasa de bajas) se mantiene en ratios ridículamente bajos, signo de que algo estamos haciendo bien.
No te voy a abrumar ahora, querido lector, con una interminable retahíla de KPI’s, eso lo dejo para los inversores que, hasta ahora, han brillado por su ausencia.
(Como la esperanza es lo último que se pierde, aquí dejo un link para eventuales interesados, nunca se sabe)