Hasta ahora hemos visto como desfilaban ante nosotros todo tipo de herramientas y elementos que nos podían ayudar a hacer frente al reto del marketing automático. Sin embargo entre los ríos de datos e información, a menudo se nos pasan por alto las ideas más simples y básicas. Y es que, aunque una vez en marcha pueda dar la impresión de que las campañas las lleva el viento, estas no serían nada sin alguien detrás que les diera forma y, como un director de orquestra, pusiera cada instrumento en su tiempo y lugar preciso.
El propio término ‘marketing automático’ puede llevar a algunos lead costumers al error de creer que lo que se automatiza es la generación de contenido o la planificación sobre cómo sacar el máximo provecho de ellos. ¡Nada más lejos!
Toda campaña de mails o cualquier venta mediante cross channels que quiera llegar a buen puerto implica una planificación rozando lo obsesivo por parte de equipos profesionales que saben cómo sacar el mayor jugo posible de cada herramienta de software.
Para ello hay que disponer de una visión transversal que nos permita conocer a la perfección no solamente la herramienta con la que trabajemos sino también el producto que queremos vender. Todo esto añadido a un dominio al detalle de las estrategias y las tácticas que nos van a facilitar el hecho de entrar de lleno a casa de nuestro comprador.
En este sentido, veremos en las estrategias la definición de los contenidos que más nos van a ayudar para con nuestro objetivo, mientras que las tácticas serán los modos en que pongamos los contenidos en marcha para lograr lo que nos propongamos. Volviendo a la imagen del director y su orquesta, las estrategias serán las partituras mientras que las tácticas, la interpretación.
¿Está usted listo para disfrutar de un buen concierto?