Por si todavía no me conoces o no has leído nada mío, soy Fabio Bugalla, CEO de Marketic, una empresa de marketing automation donde buscamos hacer las cosas de manera diferente al resto de nuestros competidores.
Y esto queremos que se refleje en todo, desde el largo de nuestros correos (muy largos, nos dicen algunos lectores), a las historias que utilizamos para dar a conocer nuestro producto…
Hoy vamos a realizar una analogía entre el inbound marketing y la comida…
«¿Locura?», dirán algunos. «¡Herejía!», gritarán los puristas. «¡Qué estupidez!», los que no leen más allá del asunto.
Pero si me concedes el beneficio de la duda y sigues leyendo, verás que, aún siendo una comparación inusual, no es tan alocada como podría parecer al principio.
El inbound marketing, como todo buen plato de comida, necesita unos ingredientes de base, en nuestro caso 3:
1) Una plataforma de automatización (software) como el que nosotros ofrecemos en la nube (existen otras, pero mucho más caras)
2) Contenidos de calidad: con esto me refiero a correos electrónicos, white papers, casos de estudio, infografías, vídeos y todo aquellos contenidos necesarios para persuadir a nuestro cliente potencial. (Este ingrediente lo compararía con los tomates: abundan, pero por lo general no saben a nada… así que atención a donde los compráis y, si podéis obtenerlos de vuestra propia huerta, no hay nada mejor)
3) Inteligencia de negocio: es imprescindible para reconocer y entender los procesos de compra de los clientes y para trasformarlos en automatismos eficaces que conviertan los leads en clientes. (Este ingrediente es el más escaso de todos, como el azafrán de la paella: hay sucedáneos pero no saben igual…)
Pero, como en toda receta, para que esta se transforme en un plato realmente apetitoso digno de un Chef 3 estrellas, no solo hacen falta unos ingredientes de calidad, sino que también son necesarias la sal y las especias, que en nuestro caso serán: un número razonable de visitas a la web, ya sea por posicionamiento natural o mediante campañas de captación (medios digitales, AdWords, Facebook, etc.) necesarios para poner en marcha los procesos automáticos. La existencia de bases de datos de clientes o leads también pueden ser muy útiles y enriquecer el plato, y finalmente se agradece la presencia de un CRM, de postre, si el volumen de contactos se nos antoja pantagruélico.
En fin, combinando más o menos hábilmente estos tres ingredientes cualquiera puede cocinar un plato de inbound marketing.
Pero en Marketic tenemos ambición de Chefs y, si bien no somos Ferrán Adrià, nos hemos labrado una excelente reputación por ofrecer ingredientes de máxima calidad con una excelente relación calidad-precio.
Si, como espero, este post te ha abierto el apetito (o más bien la curiosidad) por conocer lo que se está cocinando en el mundo del inbound marketing, te invito a que veas por ti mismo lo que somos capaces de hacer.