Sea sincero: de entrada, a que es más probable que le preste atención, ¿a un interesantísimo artículo que contenga toda la información posible o a un vídeo que le aporte menos datos pero de un modo más ameno? ¿No hay discusión posible, verdad? Pues lo mismo les sucede a sus clientes potenciales.
El uso de vídeos como elemento promocional no es ninguna novedad, pero se prevé que en los próximos años alcance su máximo desarrollo a medida que más grandes empresas apuesten por este formato como estrategia para acercarse a sus consumidores.
Solo unas cifras para ilustrar esta tendencia, y es que expertos apuntan que en el año 2019, el consumo de video online supondrá cerca del 80% del tráfico mientras que, en la actualidad, los más de 500 millones de usuarios de Facebook ven a diario un promedio de 8 billones de archivos. Y lo que es más interesante, de media, las campañas basadas en vídeos logran un 62% más que las que lo hacen solamente en imágenes convencionales.
Todo esto unido a la consolidación desde hace años de YouTube y el auge de aplicaciones como Periscope permiten adivinar un panorama futuro de lo más tentador para aquellos que hagan del vídeo su carta de presentación.