Mautic FREE echa el cierre: Si lo barato sale caro, lo gratuito…

Esta semana hemos recibido un correo por parte de Mautic informando que su servicio Mautic free, en activo desde hace casi 3 años, echaba el cierre definitivo.

 

La verdad, la noticia nos tomó un poco de sorpresa y entre los del mundillo nos miramos las caras con expresión de sorpresa: ¿a qué se debía esta movida por parte del desarrollador de la herramienta de marketing automation open source más conocida?

En los foros especializados hubo varias teorías al respecto, pero la opinión más difundida es que el servicio gratuito nunca había tenido un gran número de adeptos y que, además, estos casi nunca acaban convirtiéndose en clientes de pago y por ello el servicio, que se mantenía por cuestiones de imagen y de marketing, acabó echando el cierre.

 

Enseguida después del correo de Mautic empezamos a recibir llamadas de parte de algunos usuarios que, confundidos, nos preguntaban en qué les afectaba: como era lógico respondimos que en absolutamente nada. Al ser una herramienta Open Source tenemos toda la libertad de seguir operando con ella de la manera que consideremos más conveniente.

 

Además, y aprovecho aquí para desmentir algunos rumores intencionados, el cierre del servicio gratuito de ninguna manera afecta al desarrollo de la aplicación que sigue estando soportada por una numerosa comunidad de entusiastas.

 

Sin embargo, sí que hay algunas conclusiones que podemos extraer de esta situación:

 

 

Lo que que nada cuesta nada vale.

 

Esta afirmación que puede parecer, según como se mire, una perogrullada o una cosa de sentido común, es a mi parecer una verdad absoluta del mercado e Internet es testigo de ello.

 

En los albores de Internet, allá por los años 2000, parecía que todo tenía que ser gratuito: la información, las noticias, el deporte, la música, los vídeos, etcétera, etcétera.

 

Sin embargo, con el tiempo, fuimos evolucionando: cansados de periodismo de baja calidad (por no hablar de las fake news tan de moda hoy en día) nos hemos acostumbrado a suscribir aquellas cabeceras que ofrecen el valor añadido del análisis o los comentarios de verdaderos expertos creadores de opinión.

 

Hartos de Napster, Emules, downloaders varios y de ver películas y deportes a trompicones con calidad pésima, hemos empezado a decantarnos por servicios de pago como Spotify o Netflix, y así podría seguir un buen rato.  

 

Esto viene a indicar que, cada vez más, cuando buscamos un servicio de calidad estamos dispuestos a pagar por ello, porque la calidad implica que hay personas que dedican su tiempo a que el servicio sea eficaz y que existe una inversión en infraestructura para que los servicios funcionen de forma fluida y todo esto tiene un coste que alguien tiene que asumir.

 

Aquí es donde, en mis conferencias, siempre aparece alguien que hace referencia a servicios de calidad  en modalidad freemium como, por ejemplo, los que ofrece Google con su suite ofimatica G-suite, y a lo que siempre respondo con aquella máxima de que…

 

En la red, cuando algo es gratis, el producto eres tú.

 

O mejor dicho: nuestros datos personales, nuestro historial de navegación y de compras o la información de nuestros gustos e intereses y en otros casos es el permiso para recibir información comercial para que interrumpan tu programa, película, canción favorita para pasarte publicidad (la TV, la radio, el spotify gratuito…)

 

Sin embargo, si lo que buscamos es un servicio de confianza, y más si se trata de un proceso crítico para nuestra empresa, no podemos apoyarnos en servicios gratuitos o de baja calidad como los que podemos obtener a cambio de publicidad.

 

 

Hasta GSuite es de pago si la quieres para uso comercial.

 

Es que las funcionalidades de más alta calidad, de mayor complejidad siempre son de pago y es razonable que así sea.

 

Si eres uno de aquellos que realmente pensó que podías automatizar el marketing de tu empresa utilizando una plataforma 100% gratuita, lo siento por ti pero es que eres miope o no quieres verlo.

 

Y esto nos trae a colación un perfil de usuarios que suelen llamar solicitando soporte gratuito sobre como instalar Mautic, o como configurarlo o como resolver este o aquel error que les está dando.

 

Demasiadas veces he escuchado el concepto Open Source como sinónimo de gratuito.

 

Efectivamente el código de Mautic es libre y gratuito pero esto no significa que todo lo que rodea Mautic, o el Open Source, sea gratuito.

 

De hecho al igual que el resto de servicios que mencionamos anteriormente, Mautic también tiene un coste: tu tiempo o el de alguien que esté dispuesto a dedicar el suyo a aprender a instalarlo, configurarlo, repararlo (los programadores son humanos y a caballo regalado…), actualizarlo, modificarlo y, last but not least, utilizarlo.

 

¿Tienes tú tiempo para hacer todo esto? perfecto, pero además ¿quieres realmente convertirte en un experto de un software open source de marketing automation?

 

Fantástico, entonces llámame porque tengo trabajo para ti…

 

Si por el contrario tu respuesta a estas dos preguntas es no, porque como estoy convencido pasa en la mayoría de los casos, dedicas tu tiempo a tratar de vender tus propios productos y servicios, entonces ¿tiene sentido que te plantees instalarlo en tu servidor?

 

Yo creo que no. Y todos nuestros clientes tampoco lo creen.

 

Y no pienses que solo trabajamos con grandes empresas (que también las tenemos) sino muchas pymes que valoran la eficiencia por sobre el mero coste de la suscripción, la agilidad de respuesta, la capacidad de aprovechar la herramienta desde el día uno y la tranquilidad de saber que si algo llega a pasar (porque… shit happens) alguien experto, que se dedica a estos menesteres a tiempo completo estará allí para resolverlo.

 

Y esto, querido lector, es como la mastercard: no tiene precio. 

Así que mi consejo es: si quieres algo que valga, págalo… Y aquí es dónde aparece la segunda derivada: