Marketing automation + resistencia al cambio = futuro despempleado

Hace unos días el siguiente informe de la OCDE http://www.oecd.org/employment/outlook/ generó bastante revuelo en los medios que, oportunistas como siempre, buscaron ganar su cuota de atención a golpe de titulares alarmistas como el siguiente: “Uno de cada cinco trabajadores podría perder su empleo por la automatización”. (El país).

 

Lo que me llamó la atención no es la interpretación sensacionalista que hacen  los medios de comunicación tradicionales de las noticias (sobre los medios online no me pronuncio porque son puras fake-news ¿o no? 😉 sino en el fondo de la cuestión que personalmente y profesionalmente me atañe bastante.

 

Para todo aquel que se tome la molestia de ir a la fuente y sacar sus propias conclusiones, el informe viene a decir que el 20% de los trabajos actuales en españa tiene un alto riesgo de ser totalmente automatizados mientras que otro 30% tiene muchas probabilidades de ser afectados por la tecnología.

 

Si miramos para atrás tan solo 20 años, era 1999 estábamos en plena burbuja .com y todavía se discutía del efecto año 2000 y no había ni smartphones…, no debería sorprendernos que las cosas vayan a cambiar y además cada vez más de prisa.

 

Sin embargo, hay que reconocerlo, a las personas en general no nos gustan los cambios. No nos gusta que nos cambien de departamento, no nos gusta que nos cambien de metodología de trabajo, no nos gusta que nos cambien de jefe y ya ni hablar de cambiarnos de lugar de trabajo, máxime si estamos contentos y a gusto. Esto lo llaman los psicólogos reticencia al cambio, y de hecho, hay cursos de preparación a empleados en muchas empresas.

 

Pero la tecnología actual y la automatización no solo cambia la forma de hacer las cosas sino la esencia misma de nuestros trabajos: los taxistas son reticentes al cambio de paradigma que suponen los VTC (cuando el verdadero problema es la conducción autónoma… pero de eso hablaremos en otra ocasión), los hoteleros son reticentes a los AirB&B, los autobuses de línea a los BlaBlaCar y así siguiendo… hasta en el mundo de automation marketing nos encontramos con la reticencia al cambio, y os daré un ejemplo.

 

Hace un tiempo organizamos una reunión con los directores de las distintas líneas de negocio de una gran empresa para introducirles al mundo de la automatización de marketing con mautic y que pudieran conocer sus beneficios.

 

Me esperaba los típicos directivos de traje y corbata y quedé gratamente sorprendido al ver que la sala se llenaba de chicos y chicas jóvenes, que no millenials, pero si nativos digitales como se suele decir, con lo cual me prefiguraba una buena acogida de nuestros sistemas.

 

Una vez acabada la presentación, y pasado el ruego de preguntas y respuestas, pregunté directamente a los asistentes sobre su feedback y las posibilidades que ellos veían de poder incorporar este tipo de tecnologías en su día a día y aquí me topé con la reticencia al cambio.

 

Si bien todos admitían que la automatización de marketing era beneficiosa en general, cuando se les preguntaba por su adopción en cada caso había problemas, “en mi caso es difícil”, “es fantástico pero lo nuestro es diferente”, “nosotros lo hacemos de otro modo” y así siguiendo toda una retahíla de objeciones que me dejaron bastante perplejo.

 

Y mientras más repuestas iba obteniendo más veía ante mis ojos a los desempleados del futuro.

 

No quiero ser alarmista… eso se lo dejo a los medios, pero estoy asombrado por la actitud de estos jóvenes. Aún gestionando procesos digitales no son capaces de ver más allá de lo obvio y es que sus tareas del día a día en muchas ocasiones son de muy bajo nivel y fácilmente automatizables por parte de un software tonto, sin hablar de los softwares que incorporan IA, que ya son una realidad, y que automatizarán tareas aún más complejas.

 

Así que en lugar de aprovechar la doble oportunidad que se les brinda la incorporar un sistema marketing automation que son ahorrar tiempo y dinero y ser más eficaces a nivel de procesos empresariales y adquirir unos conocimientos y aptitudes cada vez más requeridos y cotizados en el mercado, optaron por desestimar su uso en favor de mantener el actual satus quo.

 

La reticencia al cambio es uno de los mayores inconvenientes al que nos enfrentamos en nuestra cruzada evangelizadora en favor de la automatización digital y una barrera muy difícil de abatir al ser intrínseca al hombre independientemente de su edad.

 

Tengo dos hijos adolescentes y como todo padre me preocupo cada vez que leo titulares como los de arriba: ¿qué harán mis hijos? pienso ¿de qué trabajarán? ¿qué deberían estudiar para tener chances de no quedar relegados por el cambio tecnológico? Pues al igual que tú no tengo ni idea pero si un consejo puedo darles es el siguiente: las máquinas (y el software) acabarán haciendo casi todo pero queda mucho para que tomen decisiones, o sea alguien les ha de decir qué se tiene que hacer: sé tú el que decide.

 

Espero pueda serte útil a ti también.