Abraza la transformación digital de tu negocio con Mautic

Es un hecho que Internet lo está cambiando todo. Desde las cartas hasta el entretenimiento, todo ha tenido que pasar el filtro de la tecnología, lo cual ha mejorado significativamente nuestra calidad de vida. Por supuesto, muchas empresas han reparado en este cambio y se han sumado a él temprano, pero aquellas que aún se resisten parecen entender que mejor tarde que nunca, puesto que no hay futuro para ellas sin transformación digital.

  

Más allá del concepto amplio, vamos a hablar de aquellos elementos a tener en cuenta para las empresas que finalmente se deciden y no saben por dónde empezar. En realidad, basta con tener claras siete cosas:

1. El móvil

El 70% de los usuarios ya navega en Internet mediante su smartphone. No hay indicio más claro del enorme cambio de paradigma que estamos experimentando. Hay que tener en cuenta que esta realidad también cambia el modo de oferta de los negocios. Las empresas deben conocer el perfil de sus clientes potenciales ANTES de que estos lleguen a ellas para presentarles ni más ni menos que lo que buscan.

Por este motivo, una empresa debe conocer sus objetivos, sus clientes y las herramientas online que mejor la pueden ayudar en estas tareas para ser más competitiva que el resto.

2. Cultura digital

Una cosa está clara. Las empresas que no se suben al fenómeno de la transformación digital «no tienen tiempo» para conocer todas las herramientas que ofrece la web. Por supuesto, no es por carencia de estas, sino por desbordamiento.

Una posible solución a este contratiempo es el acercamiento entre empresas y startups. Estas últimas viven en un entorno actual y dinámico, pudiendo aportar ese tan querido conocimiento a negocios grandes y firmemente establecidos.

3. Branding

En este punto entran los influencers y el intercambio de opiniones en la red. Las empresas deben captar o detectar clientes satisfechos o contentos y darles un feedback para potenciar su sentimiento de marca.

4. Big Data

El monto de datos crece exponencialmente con el tiempo. Esto supone un esfuerzo añadido para el control de tal número de registros, lo que conlleva el uso de herramientas conocidas o aún por establecer para evitar un mal uso y propiciar una interacción directa de los usuarios con sus propios datos.

Sin duda, este es uno de los objetivos primordiales de esta evolución.

5. Nuevas ideas

De nuevo, los jóvenes emprendedores aparecen en este punto. Si alguien puede aportar novedades a un negocio es una persona que no está viciada por los procesos tradicionales y que tiene un mayor contacto con la actualidad tecnológica.

6. Reputación

La interacción comentada en el punto 2 aumenta la reputación en ambas direcciones, y esto es un punto crucial. Una transformación digital bien ejecutada no debería suponer un riesgo serio para las empresas que la persiguen.

7. Todo en vídeo

Como colofón, hay que dar la importancia que merece a los contenidos virales por excelencia. Es mucho más difícil transmitir el sentimiento de una marca mediante una imagen o una frase. Lo que puede llegar a marcar la diferencia entre el triunfo o el más estrepitoso fracaso de una compañía es, siendo realistas, la llegada en vídeo a los clientes.

Con estas directrices y toda la cultura que estas conllevan tenemos las bases principales de una transformación digital con buenas prácticas. Ahora solo queda renovarse o morir…